Escuché
esta semana – Domingo y Lunes - dos entrevistas a dos “personajes”
políticos, de aquellos que en general no se han distinguido por un ejercicio productivo
en la labor parlamentaria que ejerció la primera, la Fabi, y ejerce aún el Mauricio, de quienes su principal virtud no es otra que la de recalcitrantes defensores de
sus jefes partidarios, para quienes, en las entrevistas que reseño, faltó poco para
que reclamaran santidad, pero con muy flacos argumentos.
Pero
claro a ambos, a la Fabi y al Mauricio,
los une, cómo no, el obnubilado deseo de sus jefes (Mudonicore y Alandamian) para
que la revocatoria en proceso, origine la salida de la MML de la alcaldesa Susana Villarán
y por eso fueron a la entrevista. La Fabi, manifestó que ella estaba allí “porque
no le corro a la prensa, aun cuando sé que Ud. – le dijo a Rosa María Palacios –
es muy incisiva con sus preguntas”. Sin embargo salió muy mal parada del lance
pues cuando la periodista le pidió razones para revocar a Susana, la Fabi, sacó
de la manga aquellos argumentos resobados de que en dos años no ha hecho
ninguna obra, que el transporte sigue siendo un caos y que Comunicore si había
hecho una buena gestión. Lo de siempre. Sin embargo cuando la entrevistadora
habló de las razones de la revocatoria y puso sobre el tapete el caso
Comunicore, la Fabi, palideció y perdió los papeles, pues entró en una serie de
contradicciones tratando de defender lo indefendible y finalmente aceptó que no
conocía el caso en detalle. Hablando de honestidad dijo que los partidos que
están apoyando a Susana, como el PPC, no son honestos pues han abandonado los
ideales fundacionales que deben ser su razón de ser. Sufrí al no poder
enrostrarle a esta “politiquera”, la deshonestidad de su parte que ha
significado para Piura, que utilice los votos de los piuranos para llegar al
congreso nacional y luego nos tire perro yéndose a vivir a Lima, donde ahora
ejerce ciudadanía de manera tan ramplona que a los piuranos que nos respetamos
nos da vergüenza.
La
entrevista del Mauricio, otro tanto de aburrida, por su gesticulación siempre
exagerada, que ya a sus años le deforma el rostro grotescamente y siempre
emocionadísimo al hablar de alandamián. Hincha de la revocatoria y hablando
sandeces de porqué Favre no sale a debatir con él; que a pesar de haber transcurrido
dos años no hay una sola obra de Susana en Lima; de que la revocatoria no
cuesta mucho porque más cuesta tener a una alcaldesa inepta como Susana. Claro
para la idoneidad la tiene su jefe que ahora cuando está adquiriendo inmuebles
costosísimos, nos quiere hacer creer que alguien le paga $ 150, 000 dólares por
su bla, bla, bla. El Mauricio le cree y defiende a su mentor y jefe.
Ambos
enfermos de la misma lepra: el sectarismo corrupto que cultivan sus jefes. El
mudo gestó Comunicore (el top de la agilidad burocrática para pagar adeudos públicos,
deberían asesorar a Castilla que no sabe cómo hacer para pagar los adeudos que
el estado peruano le tiene a ESSALUD o a la SUNAT que no sabe cómo cobrarle a Telefónica
y a Correo los adeudos que nos tienen) y se levantó con la complicidad de la
UNOPS un buen billetón en obras que se iniciaron con un presupuesto y
terminaron con otro mucho mayor. Alandamián, quien hasta ahora no ha aclarado -
porque la justicia peruana no lo dejó - cómo adquirió un inmueble en Paris y
como ha hecho para adquirir los inmuebles que tiene su ex y la que adquirió él
ahora; esto sin contar la donación que supuestamente hizo- dadivoso él- para
edificar el Cristo del Gordovago.
Pregunta: Si Castañeda hizo una brillante
gestión como dicen:¿Por qué los limeños se quejan tanto de la Lima que él dejó?
Pregunta: Porqué el Mauricio
nunca cuestionó a los brasileños mientras el gordovago les entregaba más de
cincuenta concesiones a consorcios donde Odebrecht participaba como ahora lo
hace. Simple. Porque a su jefe la plata le llegaba sola y a el solo le tocaba
mover la colita.
Quienes impulsan la revocatoria,
comenzando por Marco Turbio, sintonizan con la corrupción y el pueblo está harto de ella, por eso es que
el proceso que aparecía como irreversible para poner a Susana Villarán de
patitas en la calle, ahora ha sufrido un bajón y pronto estará “en la calle”
sin apoyo ninguno, salvo el de los despistados que siguen creyendo que
alandamian y mudonicore son unas mansas y casi santas palomitas. Faltaba más.
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