lunes, 15 de abril de 2013

Pesca Ilegal



Amigos, estuve ayer en un apartado pueblo de la sierra de Piura, La Coipa, El Carmen de la Frontera, Huancabamba, donde la pobreza y el abandono en que se encuentran este y muchos pueblos aledaños más lacera el alma; sin embargo vemos como nuestros recursos -de todos los peruanos, incluídos aquellos indefensos niños que ayer vi - son dilapidados con la complicidad de los buitres de siempre. Necesitamos un Estado más fuerte que haga respetar a sus ciudadanos. No a la depredación de nuestros recursos naturales.Por favor lea, reflexione y difunda. 

Por : Pedro Francke en La Primera del 15/04/2013
Las cifras son de terror. El 2012 se produjeron 846 mil toneladas de harina de pescado, pero se exportaron 1 millón 320 mil. ¡473 mil toneladas más! ¿Cómo se puede exportar lo que no se ha producido? De ninguna manera, claro, lo que sucede es que las empresas reportan menos producción de la real, para mantenerse dentro de los límites de captura existentes.
El gobierno está dispuesto a mejorar el Decreto Supremo 005-2012-PRODUCE, orientado a la protección de las especies marinas de consumo directo, mediante la regulación de la pesca de anchoveta, pero esa política será profundizada, afirmó la ministra de la Producción, Gladys Triveño, objeto de una intensa campaña mediática y política empresarial.
Las 473 mil toneladas “perdidas” equivalen a unos diez mil grandes camiones llenos, que simplemente “se les pasaron” a nuestras autoridades. ¿Se trata de pequeñas empresas, informales, difíciles de fiscalizar? No, las grandes empresas asociadas en la Sociedad Nacional de Pesquería, apenas una decena, responden por el 90% de las exportaciones, que suma 2,300 millones de dólares, no es moco de pavo.
IDL-Reporteros hizo una investigación unos meses atrás, y encontró que las grandes empresas habían subreportado pesca por más de 100 millones de dólares.
Mientras crece la exportación de harina por parte de grandes empresas, el pescado en la mesa popular se hace más difícil de conseguir y sube de precio. Una de las principales razones es que las grandes empresas de pesca tramposamente se meten a sacar pescado para harina en las zonas cercanas a la costa, arrasando de paso con todas nuestras ricas especies que sustentan ceviches, sudados, y escabeches.
Apenas 2 por ciento de la pesca de anchoveta es realizada para que se destine al consumo humano. Pero a pesar de ese ínfimo porcentaje, cuatro quintas partes de esa anchoveta que se supone es para consumo humano, termina en las fábricas harineras. La anchoveta que termina en la mesa popular es solo el 0,4 por ciento.
Las grandes fábricas harineras, además, operan prácticamente sin controles ambientales, contaminando el aire –basta estar cerca para percibir el olor , y también el mar, pobre bahía de Chimbote–.
¿Qué hace el Estado frente a esto? El Estado noruego ha comprado una de las principales empresas del rubro. El estado peruano apenas si intenta débilmente defender un poco a la pesca artesanal, lo que viene siendo resistido por pesados lobbies. En cuanto a políticas ambientales y de mejor distribución de la renta pesquera: cero.

Es hora de enfrentar en serio el extractivismo pesquero, priorizando la alimentación popular, poniendo impuestos especiales y resguardando el ambiente.

jueves, 4 de abril de 2013

ENTENDIDO....POR ELLO LA PLATA LLEGABA SOLA


Por favor lea, reflexione y difunda. Hágale un favor al Perú. Gracias
 
DESESPERADO

Por:  César Lévano en La Primera del 04/04/13

Alan García demostró ayer que está desesperado por el escándalo de los indultos y conmutación de penas que otorgó a narcotraficantes de alto vuelo. No se preocupó por desmentir las revelaciones expuestas por la Megacomisión que lo investiga y que han sido refrendadas por diversos medios, los cuales han confirmado que García y sus ministros de Justicia favorecieron a miles de narcos.

Sobre eso debió pronunciarse y aclarar. Prefirió escamotear los hechos. Afirmó que las acusaciones de la Megacomisión están manejadas desde Palacio. Aun si esto fuera cierto, no invalida la gravedad de su actuación a favor de narcotraficantes.

García no se ocupó, por ejemplo, de Cleto Carhuapoma Aliaga, a quien él le rebajó la condena en 2010. Resulta que ese personaje figura en la lista blanca de narcos dada a conocer por el Ministerio del Interior conjuntamente con la Oficina AntiDrogas de los Estados Unidos.

García pudo sostener que no sabía, que lo engañaron o que no leyó con atención los legajos de la información. Lo que hizo fue callarse sobre esa complicidad probada con el negocio más sucio y más criminal del mundo. Señal de que se sabe culpable.

En suma, el líder aprista no levantó ningún cargo. Los barajó lanzando acusaciones contra el régimen de Ollanta Humala. Algunas de éstas plantean problemas reales y dudas razonables –servicio militar, secreto en las compras militares, probable candidatura presidencial de Nadine Heredia–. Pero no era ésta la ocasión para que él se despachara sobre esos problemas. Su deber era esclarecer el asunto de los indultos y de la conmutación de penas. Esa era la cuestión.

El peso de esa culpa es enorme: 5.246 conmutaciones de penas, 3.207 de ellas concedidas a traficantes de droga (400 a condenados por tráfico ilícito de Drogas agravado).

García es un político astuto. Ayer exigió al presidente Ollanta Humala que se pronuncie sobre el indulto a Alberto Fujimori. Dijo que “una gran parte del país” está pidiendo ese indulto. Con eso lanzó un mensaje amistoso a los miembros Fujimoristas de la Megacomisión. Sabido es, por otra parte, que la cúpula del APRA, encabezada por García, y el Fujimorismo actúan en una suerte de alianza inconfesada.

Hay una coalición de fondo entre García y Fujimori. Ambos cargan en su conciencia el asesinato en masa, el robo desenfrenado, la renuncia a la soberanía del Perú ante las transnacionales y los intereses extranjeros, particularmente los de Estados Unidos y Chile.

El hombre que ordenó la matanza de El Frontón, el que vendió a bajo precio los terrenos de la aviación civil y del Ministerio de Educación, posee una inconmovible caparazón de cinismo. Lo ha vuelto a demostrar con el malabarismo de ayer.

Una anotación inevitable: el poder mediático se ejerce ahora a favor de García –y de su ambición