viernes, 30 de marzo de 2018

¿CÓMO ES LA NUEZ?


La revelación de los secretos conocidos a voces, en el sentido de que los congresistas aprovechan su poder político para lograr la asignación de obras de infraestructura a sus regiones, beneficiándose económicamente a través del pago de jugosas “comisiones”, es negada de mil maneras por aquellos que se han beneficiado por el perverso mecanismo y  confirmado por quienes saben, que esos hechos han ocurrido y ocurren en realidad principalmente a través de la Comisión de Presupuesto del Congreso de la República, "jugando en pared" con los ministerios que manejan los presupuestos del sector transportes, vivienda, educación y salud principalmente.

 Y, ¿cómo es la nuez, pues?. Sencillo. Se trata de incluir en los anexos de la Ley de Presupuesto que presenta el ejecutivo, pero que modifica y aprueba el legislativo, aquellos proyectos que les interesan a los congresistas “que tienen llegada” con el gobierno. Luego de ello ya se tiene la herramienta para presionar, a través de la presencia del gobernador regional, alcalde provincial o distrital potencialmente beneficiado, en el respectivo ministerio. Esto incluye la presencia de las empresas potencialmente interesadas o preseleccionadas por el congresista que "gestiona" la obra o proyecto, esto con el fin de establecer los “mecanismos” de la “repartija”. 
Una vez aprobado "en las alturas" el expediente técnico de la obra, se procede al desembolso (Resolución Ministerial de por medio o inclusive decreto supremo) y se ejecutan los “acuerdos”. Se simulan los procesos de adjudicación de las obras y “todos salen ganando”, claro, quien pierde es el pueblo, porque debido a la obligación de las coimas a pagar, o sufre la calidad de la obra, o se sobre- valora a fin de poder “cumplir con los compromisos”. Hay casos. la mayoría en que se incurre en los dos viciios; es decir se sobre-valora la obra y esta es de pésima calidad.
Oiga, ¿ y, por qué es tan importante la Comisión de Presupuesto para estos procesos?, pues, debido a que es la Comisión que elabora y aprueba los dictámenes que luego se aprueban en el pleno del congreso y estar allí otorga el poder para incluir o retirar proyectos de obras.
Y, ¿qué pasa si la obra no logra incluirse en los anexos de la Ley de Presupuesto aprobada por el Pleno del Congreso y promulgada por el ejecutivo?. Sencillisimo. Existe la figura de los famosos créditos suplementarios, que son una especie de “adendas” que el ejecutivo envía en el transcurso del año al legislativo y que igual son sometidas al Pleno previo dictamen de la importantísima Comisión, o deberíamos decir quizá, “Coimisión” de Presupuesto.
Así pues ser miembro de la Comisión de Presupuesto convierte al congresista con esa función en una especie de cajero con capacidad para otorgar recursos a quienes sean de su partido o a quienes estén dispuestos a “matricularse” en esta importante mafia que viene funcionando hace mucho, muchísimo tiempo en nuestro sufrido Perú.

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