jueves, 7 de abril de 2011

Mas Papistas que el Papa

Leamos a C. Lévano acerca de una de las falsas imputaciones al Plan de Ollanta. El miedo se siente allí donde están los dueños del Perú.

"La derecha peruana se desgañita, se rasga las vestiduras, gime como viuda inconsolable porque Ollanta Humala ha propuesto cambios moderados y razonables respecto a la comunicación social y el espacio electromagnético, que no es de propiedad de la sollozante viuda, sino del país.

Lo curioso es que la propuesta de Humala coincide en esencia con la Instrucción Pastoral Communio et Progressio sobre los medios de comunicación social preparada por mandato especial del Concilio Ecuménico Vaticano II. Poseo la edición príncipe, la original, traducida por la Tipografía Políglota Vaticana en 1971.
Es un documento excepcionalmente rico para la discusión sobre los medios. A la luz de esa Instrucción, Juan Luis Cipriani podría dar su bendición cardenalicia a la propuesta de Humala.
Dice el texto pontificio:

“88. Especialmente se recomienda a los profesionales y a los grupos del campo de la comunicación que creen asociaciones fundadas en leyes que aborden y promuevan todos los aspectos que les afectan. Convóquense a ellas representantes de las distintas organizaciones y estamentos de la nación o comunidad. Con ello se evitará, de una parte, la interferencia de cualquier autoridad civil o de la fuerza del poder económico, y de otra, se establecerá una colaboración de todos los informadores, por la que la actividad de los medios de comunicación social servirá mejor al bien común. En algunos lugares acaso será necesario que las mismas autoridades creen organismos de control, que por la misma ley deben estar constituidos de forma que se atiendan las distintas opiniones y líneas de pensamiento de toda la comunidad”.

¿Qué cosa? ¿Control, nada menos que control? Sí se oye, padre.

Por supuesto que hay personajes de la televisión peruana como Jimena de la Quintana, quien sólo invita portavoces de la gran empresa y del neoliberalismo, y, a la muerte de un obispo, a un contradictor. O Jaime de Althaus, quien pontifica primero y luego, las raras veces que tiene a un interlocutor incómodo, lo refuta y le interrumpe a gritos.
Pero la propuesta de Humala no busca tocarlos ni con el pétalo de un clavel. Su catolicismo no acata el criterio de la Instrucción. La idea de crear una asociación representativa, plural, tolerante, que incluya todas las ideas y no tenga potestad para clausurar, multar o mandar a la cárcel a nadie es una gran iniciativa. Su tiempo aún no ha llegado.
Propone Humala apenas “un reparto equitativo de los medios entre las distintas formas de propiedad (pública, privada y local)”.
Debió pedir reforma de la Ley de Radio y Televisión aprobada bajo Fujimori que autoriza propiedad extranjera hasta en 40% de acciones en los medios. Esto es un caso único en el mundo. También debió demandar que se cumpla el Código de Ética exigido por el Reglamento de la Ley".

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