viernes, 23 de septiembre de 2011

Democratizar la Democracia

Distinguidos amigos, como podrán ver, no en vano aposté, personalmente, por nuestro actual Presidente Constitucional, Ollanta Humala. Si suscribe la idea central de lo que hace 21 años escribí como proclama de un propósito político que en aquel tiempo encarnaba como Alcalde por Izquierda Unida, pienso que no he luchado y , camaradas, no hemos luchado en vano. Reproduzco hoy lo que en quel tiempo concebí y publique en el diario El Tiempo de nuestra Piura amada.


 Democratizar la democracia. Parece una frase de esas que acostumbran decir los políticos para salir del apuro; sin embargo, es una frase que explica una necesidad harto sentida y puesta de manifiesto por la ciudadanía de los diversos sectores sociales que conforman nuestra Región y nuestra Patria.

¿Qué significa democratizar la democracia? Para responder a esta pregunta es necesario ubicarnos en el contexto democrático nacional y regional. Veamos: Todos sabemos que en nuestro sistema de gobierno democrático, cada cierto tiempo, legalmente establecido, debemos acudir a las urnas para elegir a nuestros gobernantes y luego – echándonos la bendición – esperar que los elegidos tomen las riendas del poder y empiecen a hacer malabares con la finalidad de tratar de cumplir las no pocas veces incumplidas promesas electorales.

Nos guste o no, debemos esperar tres y cinco años respectivamente (gobierno municipal y nacional), además de las variantes del gobierno regional, para poder censurar, manifestar nuestro desacuerdo y/o propuesta alternativa a las acciones y/o formas de solución que ejecutan quienes están en uso del poder. Hasta cierto punto, durante los lapsos señalados, la gran mayoría de peruanos nos convertimos en una suerte de “convidados de piedra”en un proceso donde se decide el futuro de nuestro destino que es el de la región y del país.

Como estamos iniciando una nueva forma de gobierno – Regional – sería bueno que hagamos algunas sugerencias, de manera que no sigua sucediéndonos el vicio indeseable al que nos hemos referido líneas arriba y que fundamentalmente estriba en la incomunicación entre representantes y representados.

Si el gobierno regional se trata, es natural que empecemos haciendo las acotaciones al respecto, debiendo decir entonces que es de esperar que se tomen en cuenta al mas breve plazo, los siguientes procedimientos que consideramos pertinentes:

A) Los representantes elegidos por las Organizaciones de diverso grado, necesariamente deben conocer a fondo la problemática de sus representados, discutir con ellos los planteamientos de política a seguir para lograr la solución de los mismos y lograr el apoyo de dichos sectores para desarrollar un trabajo armónico y eficaz. Este tipo de participación evita el personalismo y a su vez, permite el logro de un reflejo real de las necesidades y capacidades de los involucrados en el proceso.

Debe, para cumplir tal fin, programarse un calendario de reuniones, estableciendo los canales formales de comunicación de modo que se evite la improvisación y se garantice la participación total de la organización regional.

B) Los alcaldes provinciales, para asegurar así mismo una fructífera representación en el seno de la Asamblea Regional deben, al más breve plazo, convocar a la Asamblea de Alcaldes Distritales (Art. 107 Ley Municipal), de manera tal que su representación refleje las necesidades, expectativas y reclamos de los pueblos que gobiernan.

C) Los representantes de los diversos partidos políticos, elegidos por voto directo, deben así mismo establecer nexos orgánicos que los conecten con la realidad que vive el sufrido pueblo y no solamente presentarse ante él en los mítines y reuniones estrictamente partidarias y de campaña electoral. Se establecerá así un buen hábito que permita a la ciudadanía regional convertirse en “Fuerza Actuante”para la construcción del desarrollo regional con participación real.

No obstante es necesario referirse también a la democratización de los gobiernos municipales distritales y creemos que una buena medida en ese sentido es hacer uso adecuado de la legislación municipal en lo que a participación comunal se refiere. En tal sentido, es necesario, creemos, establecer canales orgánicos de participación, a través de los cuales las organizaciones representativas de los diversos sectores puedan ejercer tal representación, convirtiéndose así mismo en artífices del desarrollo de sus jurisdicciones.

A este nivel la “democratización de la democracia”puede jugar un rol muy importante, ya que son muchas las organizaciones de base que pueblan nuestra región (Rondas Campesinas, Clubes de Madres, Gremios Sindicales, Gremios de Productores, etc) y que indudablemente conforman un rico sustento para lo que hemos considerado oportuno denominar ASAMBLEA MUNICIPAL POPULAR.

No se pretende aquí obviar los problemas que una propuesta de este tipo traerá consigo pero creemos que el pueblo – como siempre – logrará encontrar su derrotero hacia el desarrollo integral de sus capacidades.

JOSE A. PATIÑO ANGELDONIS

Publicado en Diario El Tiempo, Piura 15/02/90



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